LA MADRE QUE LA PARIÓ

¿Pues no dice la cretina que en Guantánamo se vive divinamente? ¡La madre que la parió! Por eso se ha quedado allí a veranear. ¿Pero es que es nacesario ser tan mentecata para ser elegida reina de la Belleza? Debe ser eso. Puede que no esté programada mas que para mostrar las nalgas. Pero en ese caso el error consiste en pedirle opinión. Está claro que no se puede oir música por medio de una sartén, ni es posible ducharse con un mechero, ni volar acaballerado en un barquillo, ni hablar con un jarrón o un armario. Y una muchacha así no es más que un mueble. O una carrocería. La culpa es del llamado periodista que confunde un peinado con el cerebro.

Así es que, para que no la confundan con una parsona, y puesto que deben estar deseando saber quién es esta prenda, voy a revelarles su nombre y circunstancias: se trata de Dayana Mendoza, que es Diana pero escrito como lo pronuncian los “anglos”, lo cual ya es un dato. Tiene 22 años, es venezolana, caraqueña por más señas, trabaja como modelo en Nueva York y ha sido elegida Miss Universo en 2008. Es muy mona, dicen que es una beldad, pero tal vez no tan mema como al pronto parece. Posiblemente es algo peor. Porque no cayó en la bahía cubana acerada de defensas, alambradas eléctricas, torres de vigilancia erizadas de armas automáticas con sistemas láser, perros adiestrados en desgarrar prisioneros, y campos sembrados de minas, por casualidad, como nadie puede hacerlo, sino gentilmente invitada por el Ejercito de los Estados Unidos de América y acompañada por Miss Estados Unidos 2008, Crystle Stewart, que al parecer debe estar pluriempleada y no ser tan tonta. Ya se sabe que aquel es el país de las oportunidades y si alguien descuella por algo le ofrecen trabajo.

El caso es que los servicios secretos hicieron un buen trabajo y Dayana salió hechizada de su recorrido por el penal militar. No se qué proposito tendrán precisamente cuando Obama ha anunciado su clausura, pero esta gente no da puntada sin hilo. ¿Que significa que esta ignorante, esta inocente, esta inconsciente, esta boba bellísima de hermosos ojos de uva salga diciendo en su blog, en las revistas y a quien quiera oirle, que la bahía de Guantánamo es un paraíso de aguas transparentes que desgraciadamente no pudieron gozar más que una hora; que los oficiales fueron muy amables --¿los que dirigen las torturas u otros de repuesto?--; que les agasajaron “con un enorme almuerzo”; que recorrieron algunos de los bares que tienen por allí; que “visitamos los campos de detenidos, vimos las cárceles y cómo se entretienen con películas, clases de Arte y libros...” en un ambiemte tan “relajante y hemoso” que no tenía ganas de regresar porque “fue un viaje muy muuuuy divertido”. ¡La madre que la pario!

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