sábado, 17 de octubre de 2015

EL SOFTWARE IMPERTINENTE


No me lo tomen a mal porque no voy a denunciar la impertinencia sino la invasión de lo no-pertinente en el creciente barullo informático. Jacobo, el chico de “sib@”, me ha dejado en la estacada y hace dos semanas que aguardo su auxilio operando a ciegas, de modo que voy a poner un anuncio para que alguien me ayude o tendré que cerrar esta ventana, con lo cual tampoco se perderá gran cosa.
Antes, el informático de cabecera era un amigo que participaba de las cuitas y ensayaba soluciones. Pero he aquí que los programadores de todos los sistemas operativos se han contagiado de la fiebre de la “fashion” y un programa que se precie tiene que cambiar de métodos o de apariencia cada temporada, como lo hace la ropa de primavera y de otoño.
Por supuesto que hay que innovar cuando es preciso. Claro que sí. Pero se me antoja un dispendio estéril esforzarse en confundir al personal adulto o infantil, como sucedió en su día con la teoría de conjuntos de Cantor, Russell y Zermelo, o con el nominalismo enredador de la gramatica estructuralista de Ferdinand Saussure, con sus “significados” y sus “significantes” penetrados de pringosa mermelada filosófica, cuando a los tiernos aprendices les venía justo para discernir entre sujeto, verbo y predicado. La gente intenta deslumbrar cuando no tiene qué decir, pero el afán de notoriedad nos impele a reinventar el mundo cada generación.
Estoy muy enfadado con el ordenador y no me esfuerzo en disimularlo. Y también con Jacobo al que parece que no pago. Pero es que el “software” es como ese colaborador inútil que en vez de resolver problemas los crea. Pero que va “entrepiés” como los gatos en el mondongo. Pues así como antes era un eficaz colaborador que no se hacía notar, ahora interrumpe y distrae la
atención dispensando advertencias, formulando preguntas o dando órdenes. (“Se ha detectado un error...” ¿Quién lo ha detectado? “Se”. ¿Y qué tengo que hacer ahora? “Pulse Alt Gr/Ctrl/&io ImpPl... y sino, Reinicie”)
Dios santo, menos mal que los aviadores no reciben esas instrucciones, porque se registrarían por lo menos dos accidentes cada vuelo. Y lo más sor-prendente es comparar las cautelas con que afronta cada decisión informática voluntaria (“¿Confirme que quiere hacer tal o cual cosa? Si lo hace, puede borrar estos archivos. Si acepta, pulse Enter...”) frente al descuido con que permite generar una catástrofe como borrar un archivo, cambiar su ubicación, mezclarlo con otro texto, o que lo escrito varíe alternativamente de tipo de letra, con solo que el leve puño de la camisa roce una tecla.
Si un becario actuase así, sería automáticamente despedido. (“¡No pre-gunte; resuelva!”, le habría gritado el jefe al comienzo de la mañana) Yo tenía un empleado que iba de un sitio al otro “azacanado”, sin hacer nada. Es lo que yo llamo “la aturdida actividad de los incompetentes”.

lunes, 29 de junio de 2015


LA BURLA DEL “IMPUESTO AL SOL”

Un “sosias” de José María Aznar --aunque más tonto y sin bigote-- que procura parecérsele, está buscando acomodo para la debacle que se avecina en noviembre. Se acaba el tiempo y el señor Soria no quiere acabar en la cola del paro. Por lo visto, cada cual hace lo que puede. Y él está intentando poder, con la complicidad de “La Camorra” de las eléctricas, al socaire de un partido que hiede a corroña y carnuza. Quieren acabar con las energías limpias, porque sería lo único limpio que quedase en el paisaje.
Un sabio sin letras, un hombre sin títulos, un maestro sin cátedra de los que van quedando pocos, decía hace mucho: ”Llegará un tiempo en que nos cobren por respirar”. Si alguien hubiese dicho que tendríamos que volver con el cántaro a la fuente como en el siglo pasado, se hubiese echado a broma. La diferencia está en el supermercado y no en la fuente. Pero el agua de boca ya no es potable aunque lo silencie la Administración, porque aún baja “lindano” venenoso de Inquinosa por los grifos del Gállego hasta las puertas de Zaragoza. Ese es otro nogocio: el del agua etiquetada.
¿Recuardan el ataque de honestidad que aquejó al Ministro de Industria entonces recién cristianado, apoyando a los cosumidores contra la obscena rapacidad del oligopolio de las electricas? Pues miren en qué ha quedado. El responsable de Industria, va a cerrar el paso a las energías altrernativas, las energías renovables, las energías limpias en España --uno de los países más soleados, más ventosos y con más costas del planeta--, con la impudicia que consiente la impunidad: con la audacia que otorga la promesa de un consejo de administración vitalicio o poco menos, –ya lo verán ustedes-- y la caradura del que piensa que no va a pasarle nada.
Cómo va a creer nadie en Don Tancredo Rajoy y sus mariachis; cómo en su regeneración moral si lo vemos chapotear en el cieno y mentir incluso a las puertas de la campaña de otoño que puede ser su infierno. Todo su equipo más próximo se ha puesto a manipular los datos sin preocuparse de infundirles un mínimo de credibilidad. Es tan poco lo que importa a los políticos la opinión de los ciudadanos, como a los políticos el desguace de su decoro personal: “Después de mi, el Diluvio”.
Por eso este Gobierno miope y cojitranco que parece alumbrado en el Patio de Monipodio, no tuvo propuestas para las Municipales como no tiene ideas para las generales. Sus audaces estrategas renuncian incluso a inventar y falsear: se limitan a denostar a los que llegan, como “Ciudadanos” y “Podemos”, y a amenazar con “que viene el lobo” sin entender que “el lobo” son ellos, de suerte que nada se puede temer de los que lleguen.
No basta con que “Tesla” lance acumuladores solares mas eficaces ni que Europa abra la mano para no ir contra corriente. Hay que servir a las eléctricas mientras lo permitan ¿verdad don José Manuel?

Darío Vidal
30 / 06 / 2015

MILAGROS LÁICOS 
 
Entre los santos de mi devoción, tengo inscrito en la hagiografía el nombre de Miguel Caballú, que no es un santo oficial y canónico de los que aparecen en el santoral, pero sí un santo láico capaz de tocar el corazón, para aunar voluntades con que elevar a realidad los proyectos soñados.
Entre los sucesos prodigiosos que ahora no voy a relatar, hay que recordar la afloración de la ermita de la Virgen de La Huerta, inundada por la ampliación del pantano de Caspe y que, al amparo de ciertas reformas que exigían vaciar temporalmente su vaso, rescataron del fango los vecinos, extrayendo los sillares sumergidos para numerarlos, trasladarlos a lo alto de un cabezo próximo en camiones, remolques y tractores, y reconstruirla paso a paso. Una empresa que le puso en trance de perder la vida con un grupo de voluntarios tras el naufragio de un pontón en el Ebro turbulento.
El temple de este hombre singular, capaz de alumbrar sueños, predicar quimeras, captar voluntades, juntar voluntarios, vencer obstáculos, levantarse cuando los demás han caído, “no reblar” aunque los otros desmayen y creér siempre, procurando quedar en segundo plano, ha logrado sumar esfuerzos en este Bajo Aragón a veces áspero, realista y descreído. Lo que permite aventurar que la apatía de esta tierra no radica en la falta de Pueblo sino en la de líderes, que en el vigésimo verso de su Cantar hizo lamentarse a Myo Çid: “Dios, que buen vassallo si oviesse buen Señor”.
Este agitador cultural que hoy nos ocupa, se ha aplicado a desperezar a sus conciudadanos con libros y centenares de artículos; con conferencias y discursos, y con proyectos “imposibles” como la construcción del órgano que se quemó en la Guerra Civil de 1936 y que habían llorado varias generaciones de caspolinos. De modo que si árduo fue el empeño de rescatar piedra a piedra una ermita medieval, mediante trabajo comunitario o aportaciones a escote, no ha sido menor hazaña construir de nuevo un vetusto “órganum” clásico aragonés del siglo XVIII, convertido en cenizas hace ahora la friolera de 79 años. (Qué quieren, prefiero el “harmonium” o el “órganum”, a que alguien nos manipule el órgano)
Mucho debio pecar de abandono el pasado caspolino, pero lo ha redimido de sus culpas el empeño solidario de este siglo, sin mendigar a nadie ni suplicar a políticos, con las aportaciones de seiscientos mecenas céntimo a céntimo. En tres años, los vecinos han aportado, al modo tradicional de Aragón, 167.000 euros para pagar al “organero” Carlos Álverez de Teruel, la carpintería y los 824 tubos --42 de madera y 82 de aleaciones metálicas con hasta el ochenta por ciento de estaño--, en cuyo diseño y desarrollo ha participado el profesor José Luís González Uriol.
No nos falta más que honrar como se debe al santo láico de Caspe, con permiso de San Indalecio, San Sebastián y San Roque. Pues un día levantarán, entre los cuatro, el convento del Compromiso.

Darío Vidal
23 / 06 / 2015

ARGUMENTARIO TELEFÓNICO

Con los años perdemos facultades intelectuales y agilidad mental pero también credulidad. Mas la sociedad del fraude, la “mordida”, el equívoco, las inmobiliarias, los “eres”, las “preferentes”, las “tarjetas black” y la estafa planetaria, crée que haber perdido la juventud no significa haberla superado. Y algunos jovenes avispados juzgan un síntoma de senectud haber aprendido del candor de la infancia. Por eso recurren a la venta domiciliaria sin desdeñar los parajes más remotos.
Pero, metidos en faena, utilizan el “mailing” más agresivo, el “marketing” más audaz, y la cálidez sugestiva de la voz, para ofrecer sus mercancías, que pueden ser un apartamento que no existe, un vehículo desguazado, una parcela en la escombrera, cierta plaza de garaje sin garaje, o un viaje a la India adelantando un módico anticipo. Y el que no se crée las ofertas es un carcamal pusilánime o un vejestorio receloso.
No escapan a la mezquina rapacidad comercial ni las compañías de servicios, sobre todo las de telefonía a las que los abonados no pueden comunicar una emergencia, un aviso de avería, o una precisión sobre la factura, sino a través de una cinta grabada que les niega el diálogo (“Pulse 1 si se trata de una avería, 2 si una incidencia, 3 una reclamación, o ...”) (“Diga si el número de abonado que ha marcado pertenece a una empresa o a un particular....”. “Si es lo primero, marque el 237; si es lo segundo, marque el 415; sino, espere por favor....”) Y quien cae en la tentación de ser amable, se ha caído para siempre, o para mucho tiempo, porque va a tener una voz --además desconocida-- que le recordará infatigable a todas horas que “qué hay de lo nuestro”. Desgraciadamente, no sé de nadie que haya resistido ese asedio contumaz, sin zanjarlo con una grosería.
(“Mire usted, no se fatigue: Mándeme su propuesta por escrito para que yo la estudie”. “No; es que tenemos por norma no mandar nada por escrito”. “Y yo, no aceptar lo que no esta escrito ¿cómo quieren que firme dando mi conformidad?”.“Tampoco hay que hacerlo: basta con grabarlo”, “Pero yo necesito tener constancia por escrito de a qué me comprometo y necesito el contrato”. “Nosotros ya lo tenemos...”. “¡Y se pasan por el forro las prácticas comerciales y el Derecho Mercantil...!”) A partír de ese momento, el diálogo mantenido por primera vez sin el burladero de la grabación, se quiebra. “¡Y si juzgaban alta la tarifa, por que la subieron!”
A las dos horas oímos: “Buenas tardes, señor: le llamo de la Compañía... Se ha interrumpido la comunicación...” “No, no se ha cortado nada: es que yo no me comprometo nunca sin saber a qué, y sin poner la firma al pie”. Pero la voz sigue argumentando. Y a las seis horas, otra vez.
Cualquier rato sonará de nuevo. Y tendré que colgar a pesar mío. Una llamada puede ser un allanamiento de morada.

Darío Vidal
16 / 06 / 2015

TRANSPARENTES E IGNORADOS

Hacía tiempo que no alcanzaba el éxito de ahora. Llegué a suponer que estaba muerto. Es como regresar a Aragón después de algún tiempo. Al reves que en otros lugares, la gente que disiente no protesta, no se opone, no discute, no pugna. Ni una queja, ni un improperio, ni un denuesto. Si acaso, se encastilla en el más torvo rencor, pero calla. El silencio circundante es tan profundo que uno llega a dudar de si está vivo. Y hay muchos aquejados de lo que bauticé, para entenderme, como el complejo –o el síndrome-- de “Licenciado Vidriera”, en que los afectados creen haber dejado de existir y haberse vuelto transparentes, invisibles y como de cristal. Como si temieran romperse si alguien les roza.
Reparen en tantos como se exilan de aquí para sentirse vivos y se tornan insensibles a la nostalgia, al revés que los gallegos, los catalanes y los vascos. Un viejo amigo de Puebla de Hijar afincado en Barcelona, dueño de varias empresas y unos importantes laboratorios, me decia amargamente: “No seas aragonés que te vas a estropear: que los aragoneses se pierden en ésta y en la otra vida”. Era la crítica expresión de un puro dolor desesperado, colmado de amor y desengaño.
Pero no crean que he perdido el hilo. Decía que estoy recuperándome del síndrome de “Licenciado Vidriera”, porque a raíz de mi último artículo sobre la resaca de las elecciones, han coincidido en detestarme tanto la izquierda como la derecha, pues nadie entendió que sugería un viable cambio de paradigmas. Y ello me lleva a suponer que no andaba tan errado en mi juicio. Aunque la situación dista mucho de ser confortable.
Este oficio es desagradecido. Si no se critica, nadie protesta. Cuando se elogia, tampoco se hace nadie eco del halago porque todos creen merecer reconocimiento. Pero quien se considera criticado, suele enojarse. No importa que el crítico pondere luego una labor empresarial acertada o una brillante acción política. La opinion equilibrada no restituye al autor en su primera opinión. El equívoco estriba en confundir el sujeto con la accion que se le atribuye.
Podemos empatizar francamente con un personaje, pero él no tolerará que discrepemos en un argumento o una opinión. El señalado no entiende jamás que disentir no equivale a una declaración de enemistad. En cierta ocasión José María Porcioles alcalde de Barcelona entonces, me dejó con la mano tendida pasando de largo cuando acudimos a felicitarnos las Pascuas. Se sintió ofendido por cierto desacuerdo y decidió negarme el saludo. Yo no perdí nada pero aprendí algo. Supe que a los próximos de Esteban Bassols, RR.PP de su equipo, nos llamaba “gusanos goebbelsianos”, o sea bichos de la misma condición que Paul Joseph Goebbels, ministro nazi de Propaganda del III Reich. Un individuo sinuoso y mas listo que el aire. Así es que nunca supe si reprocharle un insulto o agradecerle un cumplido.

Darío Vidal
09 / 06 / 2015

RAJOY NOS VENDE MORÓN

Bravo, Rajoy. Va a ser la digna despedida de una brillante legislatura para olvidar. Cuando en noviembre enterremos su recuerdo contra el deseo de sobrevivir, habrá conseguido traicionar una vez más a los españoles.
No solo no ha conseguido recuperar la dignidad en Gibraltar al perder las aguas del puerto, sino que va a regalar otra colonia a los Estados Unidos, llamada con mas propiedad que nunca, Morón de la Frontera.
Un hombre solo, aunque estuviese arropado por un partido, no tiene potestad para tomar decisiones que alteren la naturaleza de una nación. Hemos nacido, vivido, luchado y sufrido por esta tierra desde hace mil años y es una felonía para los vivos y un sacrilegio a sus muertos disponer de algo que no le pertenece. Una decisión así solo podría asumirla lícitamente un pueblo por refrendo, como se propone Cameron para la política europea.
En el Consejo de Ministros del viernes 29 de mayo de 20015 el Gobierno triunfador de Don Tacredo Rajoy, habrá convertido Morón en base americana permanente –hasta ahora era solo temporal-- para intervenciones en África. El 17 de abril de 2014 decidió prorrogar por un año su despliegue temporal. El 23 de enero se iniciaron las negociaciones con agilidad inaudita para el sosegado calendario diplomático y los yanquis la convirtieron en meteórica. En el siglo XVIII, Gran Bretaña comenzó con menos en Gibraltar y ahora hasta limpian fondos los submarinos nucleares. La Base de Morón es, como ya fue antes, un campo de prueba y maniobras, un polvorin y un almacen de armamento, tan tranquilizador como los cañoneros aéreos lasser que exhibió esta misma semana la USAF.
Pero no hay que preocuparse: no existe ningún peligro. No lo hay por lo menos para los norteamericanos que han tenido siempre la precaución de alejar sus frentes del Continente y establecerlos en Europa o Asia. Y ahora el territorio vulnerable –o sea, los blancos enemigos-- tampoco estará en su territorio. Los misiles contrarios apuntarán prudentemente al Mediterraneo y más concretamente al territorio sevillano de Morón. Y ademas, a escape, porque el virrey John Kerry desea firmar en su próximo viaje a Madrid este fin de semana. ¡Aprisa, aprisa, que se quema el Ebro!
El presidente del Gobierno de la Regeneración, el patriota salvador de Bancos, que no de los arruinados usuarios embargados, todavía muestra menos preocupación por sus hogares hipotecados. Este territorio volverá a ser lo que antes de ser Hispania. Solo que las colonias fenicias, griegas, hebréas, cartaginesas y romanas, que no amenazaban más que con lanzas, pílums y falcatas pero enseñaban cultura, ahora compartirán soberanía con anglosajones erizados de acero. ¡Franqueémos el paso a las colonias rusas, chinas, saudíes, magrebíes y teutonas! Y que vuelen libres las Autonomías.
Chis pum. Que baje el telón. 
 
Darío Vidal
00 / 00 / 2015.

RESACA DE ELECCIONES

Queda anticuado y démodé hablar de Las Izquierdas y Las Derechas; casi tanto como de izquierdas y derechas sin artículos y a secas. Se está viendo estos días y en los últimos comicios, que tanto “Ciudadanos” como “Podemos” parecen haber querido trascender las etiquetas, porque a los electores se les han quedado estrechas las costuras decimonónicas. La exigencia de regeneración moral no es ya una demanda retórica restringida al penitencial periodo electoral. Quienes no lo hayan entendido todavía van a tener que comprenderlo a su pesar.
Los ciudadanos de uno y otro color, burlados por líderes como el señor Rajoy que trazó una actuación radicalmente opuesta al programa que propuso el Partido Popular, no pueden olvidar que han perdido sus casas por la torcida acción concertada de los legisladores, los jueces, el gobierno y la banca, que han utilizado el desahucio arbitrario, inducido o provocado –“y en diferido” como gustaría definir la señora Cospedal al abuso de pagar toda la vida una deuda ya satisfecha-- como saben mis amigos José Luis Martínez Candial, Manuel Pizarro y Juan Alfaro Ramos director general adjunto de Ibercaja, de los que un día hablaré para regocijo del respetable, o los “damnificados” que no pueden sobrevivir con su sueldo, si lo tienen, y que han sido engañados con las estadísticas manipuladas por la propaganda urdida por los asesores y los “brujos” más mediocres.
La izquierda ya no se dedica al “tiro al cura”, a hacer leña de las estatuas y a quemar libros, porque el discurso retórico e incendiario ha dejado de dar juego en las tabernas. Pero como no sabe qué hacer, opta por actividades más lúdicas y testimoniales, aunque menos expuestas, como la de apoyar las arriesgadas campañas de “Femen”(“Ni puta ni santa”, “Vade retro ProVida”, “Dios es mujer”, “Jódete Sharia”, “Aborto sagrado”, “Fuera de mi coño”, “Muerte a la patria”, “Mi cuerpo es libre”...) y auspiciar las uniones de ellos con hombres, ellas con mujeres y todos con bichos, sin preocuparse del destino de miles de personas –y personos-- abandonados a su suerte en el mar por criminales sin conciencia, --a bordo de pateras o buques averiados y semihundidos--, sin combustible, sin agua y sin víveres para que se mueran sin que los mate nadie, mientras dicen apoyar a los palestinos, porque la derecha defiende a los “sionistas”.
Entretanto, la derecha caciquil y montuna, o sea la paleoderecha de rosario y horasanta, consiguió que los obreros votasen al patrón que vetaba a los empleados incómodos y escamoteaba jornales, y quitaba concejales y ponía alcaldes con la coartada del Orden. Pero con la globalización, ganó en omnipotencia y hoy la industria agropecuaria esteriliza semillas silvestres --que son las de siempre--, para imponer las de su firma, con fertilizantes propios, del mismo modo que las agencias de calificación crediticia se han instalado en el fraude delictivo, aprovechando el descrédito del patrón-oro para que la bolsa genere crisis artificiales que benefician a unos pocos. Dicho burdamente, en esa falta de confianza se cimentan por decirlo impropiamente, las carencias éticas de nuestros días.
Al amparo del relativismo moral, la industria al servicio de la rapiña ha convertido a las armamentistas en empresas para matar, al tiempo que alistaban mercenarios civiles para la Guerra de Iraq. Lo mismo que las farmacéuticas de Bush jr. y Rumsfeld crearon la “Gripe A” y transmutaron en clientes a los pacientes que podrían sanar y no se curan para que nunca terminen de morirse, como denuncia algún medio de comunicación; fijan arbitrariamente los precios injustos; administran la salida al mercado de productos ineficaces, y retrasan la investigación hasta exprimir los últimos posos del beneficio. Y ciertos accionistas del capitalismo más turbio y delictivo, descienden a la sentina de barcos desfondados, con pistoleros, narcotraficantes y gobiernos, para eliminar a “los que sobran”.
En esta jornada de resaca de elecciones, en la que dicen los analistas y los expertos que va a cambiar todo en España –¡que sea para bien!-- me conformaría con que se restaurase la honorablidad de las instituciones, la respetabilidad de las personas y la credibilidad del vecino, no porque vayamos a creer que a partir de hoy ataremos los perros con longanizas, sino porque es tarea imprescindible y urgente ahuyentar el recelo en el trato con los otros. Sin anudar la confianza no es posible sobrevivir: mirando de reojo no es posible concertar acuerdos, hacer tratos, prestar dinero, comerciar y creer en los demás. Dicen que, en tiempos de los abuelos bastaba con la palabra; luego los acuerdos se sellaban con un apretón de manos, y ahora han dejado de tener valor hasta los documentos firmados, los contratos, las letras de cambio y el patrón-oro. Sin confianza no es posible ningun tipo de intercambio. Como cuando decíamos antes de la crisis del ladrillo que esto no podía seguir así. Y no siguió.
Debo recordar la firme palabra de la anticuaria Carmen Valencia “La Lela”, que por cierto no era lerda y sí exigente y estricta en la negociación, cuando al cerrar un trato, alguien le ofreció más de lo que habíamos pactado y se negó porque no tenía más que una palabra.
No es una muestra de caballerosidad y gentileza solamente: es el cauce para iniciar confiadamente la regeneración que nos urge.
Es la primera premisa para confiar en los políticos.

Darío Vidal
26 / 05 / 2015

ELECCIONES SIN “QUORUM”

La vida me ha obsequiado con un nuevo bebé cuando parecía promesa de otra época. Mi hijo Rubén el pintor y Vera, su mujer, han traído de Berlín a una niña de cuatro meses, presumida, coqueta, pícara y guapa como ella sola, que se llama Zoa como su tatarabuela y a mi no me hace ni caso. El amor y las afinidades no se eligen: habré de echarle dedicación, sonajero, chupetes y algún “cinco lobitos”. Y cuando estábamos en ello, ha caído mi hija Susana desde el cielo de Guayaquil como si viniera del Pilar de Zaragoza y Miguel desde las ahora lejanas tierras de allende el Ebro, como en una rara conjun-ción planetaria. Entenderán ahora que haya dado por conclusa la campaña de las autonómicas, aunque a ello me haya inclinado también la decepción.
El Pedro Sánchez que más prometía, “mobile qual piuma al vento” como trasunto de Zapatero, fluctúa; la sultana de Al Ándalus, Susana Díaz, que no ha querido repudiar a Chaves y Griñán embarrados con los ERE del PSOE ha aparecido ahora, en plena campaña autonómica, removiendo los posos de Aznalcóllar, a conceder licencias con husmo fétido en tiempo electoral, para una nueva explotación allí donde, no hace nada, su directora apareció imputada por la mina de la hija de Chaves.
Al otro lado, una derecha crecida y mandona, irrecuperable después de lo de Bárcenas; la alcaldable insistente, contumaz y empecinada Esperanza Aguirre; la doña Rita Barberá con los feos “affairs” de las Torres de Quart y El Cabañal, y la dudosa iniciativa del ágil Montoro facilitando la contratación de empleo público --tal vez sólo para afines al PP-- a diez días de las municipales con otros pufos innumerables de la gente de Orden, no desmerecen de la intriga submarina de Tania Sánchez torpedeando a IU con el misil de Podemos, y Pablo Iglesias llevándose el salvavidas de Monedero. Un episodio parejo al chapotazo de Rosa Díez de UPyD en caida libre por la dimisión del décimo de los 21 miembros de su Consejo Político. Pero he aquí que Ciudadanos, tan irreductibles en materia de ética y coherencia, sustentan en los trasvases posturas divergentes en Aragón y Murcia, afirman que los de más de 35 años son incapaces de regeneracion democratica y desdeñan a los viejos, así que los “fans” de Albert Ribera están quedándose sin opciones.
Va a votar quien vote, pese a que no valgan ni la papeleta en blanco ni el voto nulo, porque no reclamamos el “Quorum” que demanda la elección de un delegado de curso, ni la decisión de una comunidad de vecinos para pintar el ascensor. Nadie aceptaria decidir con el apoyo de cuatro vecinos, dos en contra y la censura del resto. Pero ni la crítica de los versados, ni las reflexion de los periódicos, ni la irritación de la calle, ni las listas cerradas, son capaces de torcer los designios de los que dicen servirnos sirviéndose.
En esa tesitura no existe otra opción que apagar la tele y contarle a Zoa que “cinco lobitos / tiene la loba...”
 
Darío Vidal
19 / 05 / 2015


EL ARGUMENTO DE LA ABUELA

Si algo de primaveral tiene este balbuciente mayo de estío es el revuelo de los pájaros, no porque la promesa de la floración traiga la espe-ranza de la cosecha, sino porque los lemas, los vocéos y las ofertas, hacen jugar a las cuatro equinas a las bandadas de gorriones madrugadores que ventéan elecciones y precisan realojarse sin reparar en que “la antipolítica es aventurerismo o es fascismo” como decía el expresidente uruguayo José Mujica esta misma semana en Buenos Aires, al presentar su biografía “Una oveja negra al poder” de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz.
El toque de arrebato de los logreros malogra y desvirtúa el propósito de idealistas, filántropos y soñadores con el señuelo del lucro. Mújica, ese santo láico y ateo al que ha sustituido Tabaré Vázquez en la gobernación del Uruguay , ha advertido recientemente que “tenemos dentro un flagelo de carácter ético: cuando el afan de hacer plata se mete en política, mata a la izquierda”. Otras veces la política actua de modo mas sanguinario e inmisericorde, como sucedió con Salvador Allende ascendido al cielo por el criminal cuartelazo de Augusto Pinochet, o más moderadamente cuando Raúl Castro pronostica que volverá a rezar si el Papa Francisco seguía así
Ayer estuvimos atentos a la conmovedora entrevista televisiva de Jordi Évole en la Sexta TV al ex-etarra Iñaki Rekarte. Fue una excelente y respetuosa entrevista del periodista y una impresionante confesión del per-sonaje, desechando prejuicios, clichés, diabolismos y “buenismos”. Después de un lustro de reclusión reflexiva el entrevistado estaba maduro, pero fue su novia, una gaditana que hacía las prácticas como asistente social en el penal del Puerto, al saltar por encima de lo “politicamente correcto” al ir conociéndolo, lo que le hizo descubrir que su vida había sido una patraña. Fue el milagro del amor que intuyó el poeta romántico José Zorrilla en la conversión de Don Juan, desposeyendo al relato de la ganga literaria con que suelen aliñarse esos cuentos.
Decía Ortega que el Amor era un “genero literario” y puede que lo sea en lo más superficial del fenómeno. Pero para ese propósito es nece-saria una conversión que mude el sujeto de la acción desde el Yo al Tú. Y eso no es fácil sin un renacimiento.
Una abuela mía muy graciosa y ágil de ingenio, venía rehuyendo hacía tiempo a un petimetre deslumbrado por su prestigioso atractivo, hasta que en un descuido le declaró su amor: “Mira, yo creo que te convengo porque soy trabajador, no bebo, no fumo y no me gustan las mujeres”. “Pues mira, maño -le respondió- lo primero esta bien aunque no es lo primero, pero los que no beben no tienen fuerza, los que no fuman no son galanes (apuestos) y si no te gustan las mujeres ¿para que me quieres a mi?” Fue la burla que merecía quien no había entendido nada. 
 
Darío Vidal
12 / 05 / 2015

ISLAMOFILIA E ISLAMOFOBIA

Cuando las turbas del nuevo Califato --tan obtusas, ignaras y cerriles--, perpetraron las destrucciones sacrílegas de la antigua Asiria, quise alzar la voz para denunciar que el atentado contra la cultura de un pueblo, su patrimonio, su identidad y su memoria, es peor que un homicidio, porque con ello no se aniquila a sólo un individuo sino a una concepción global de la existencia: un genecidio más culpable que un asesinato.
Entretanto los europeos, no sé si intérpretes de la moderación o de su propia cobardía, van salmodiando que Occidente no esta empeñado en una guerra contra el mundo árabe sino solo contra la intolerancia. Como si la intolerancia no fuera, en este caso, consecuencia directa del Islam.
La vida de los hombres se ha ido sedimentando en culturas como el Planeta en estratos geológicos, y salvo en el caso de los mahometanos, cada nueva sociedad ha admitido y respetado el patrimonio de las precedentes. Oriente Medio y Asia Central fueron cuna de muchas culturas antes de la invasión de los árabes, como los bereberes autóctonos que poblaron el norte de África antes de la Hégira. Ahora los musulmanes reivindican la España meridional, y enfrentan a sunitas y chiítas quemando sus mezquitas, además de reclamar parcelas de Filipinas y el Africa negra. Como si no hubieran existido pueblos ibéricos, celtas, griegos, hebréos, romanos y visigodos antes de los seguidores del Qurán, que, como creyentes de la “única religión verdadera”, se ven liberados de tolerar a los ídolos falsos y las supersticiones y creencias erróneas ideadas por el Enemigo.
Cuando se trata de disquisiciones meramente ideológicas, puede no haber enfrentamiento. Pero mezclar razón e inteligencia con dogma, doctrina, Teología y opinión, es el fermento de la intransigencia. Y esa actitud impide aceptar la opción “sefardí-cristiano-andalusí” de la Córdoba dorada.
Y ahí es donde tropezamos con la sordidez del integrismo. Teníamos noticias --y ahora la confirmación-- de enfrentamientos entre emigrantes. Ahora sabemos que unos doce cristianos subsaharianos, que rezaban el padre nuestro atemorizados por un temporal, han sido arrojados al mar por los musulmanes al sentirse provocarlos por su oración. Hace ya un tiempo, arden templos coptos e iglesias cristianas ortodoxas de obediencia griega. Es una doble estulticia sembrar el odio religioso entre semejantes, por encima del común amor de Dios, el desarraigo, el infortunio, las desdichas y el hambre.
Pero el planteamiento integrista es contundente: no se puede transigir con las “religiones equivocadas”. En la clausura de una conferencia entre los Emiratos y Rusia, se propuso construir una gran mezquita en Moscú. Pútin acogió la iniciativa calurosamente a condición de erigir una catedral en Abu Dabi. “Ah, eso no es posible porque el Cristianismo es falso”. “Pues ya ve: eso es lo que nosotros opinamos del Islam”, concluyó Pútin.
 
Darío Vidal
05 / 05 / 2015