jueves, 2 de abril de 2009

MAGIA SIMPATICA


El presidente Zapatero, experto al parecer en prospectiva y doblado de aurúspice, se ha abandonado a la Ciencia Toledana ya que no puede volverse hacia Dios, en quien no cree, ni hacia los hombres que no creen en él. Pero digo mal, porque, aventurando un paso más, ha ido a fondear en la magia simpática que constituye la fascinante aventura intelectual de los hombres del Paleolítico. Lo cual no debe extrañarnos porque, lo mismo que guardamos recuerdos de la infancia, los conservamos de todas las Edades por las que ha transitado la Humanidad.

Las hordas de cazadores pensaban que conviene actuar como si las cosas fuesen como soñamos, para que terminen siendo lo que deseamos. A mi se me antoja, con todo respeto, que ese es el fundamento de la oración y que si la plegaria ha perdido eficacia es porque actuamos sin ceernos lo que pedimos. En ese sentido, la magia simpática constituye un alarde de voluntarismo desesperado. Es la pretensión de convertir los deseos en realidad adentrándonos en la naturaleza misma de los sucesos y las cosas. Los llamados pueblos primitivos rocían la tierra con agua lustral para fecundarla, y en otro tiempo la golpean ritmicamente para propiciar la lluvia o para despertar los campos y hacerles parir el fruto de las cosechas.

Cuando va quedando atrás el pensamento animista, los desvalidos humanos no se conforman con suplicar, y quieren influir y poner de su parte a las potencias numénicas, procurando dañar a los enemistados con sus malos deseos, manipulando una pertenecia o una fotografía, o acaso mediante la punción de una figura de cera que representa al maleficiado, del mismo modo que otros intentan alcanzar la benevolencia de un extraño o el amor de una persona, con hierbas, pócimas o alguna sustancia proveniente de si mismo. Incluso en nuestros días, cuando las muchachas preparan para sus amados la célebre torta de Cornualles, mezclan con la harina una hebra breve de su vello púbico.

Me guardaré mucho de insinuar que José Luis Rodriguez Zapatero pretenda recurrir a parecidos condimentos para ganarse la voluntad de los asistentes, pero si no supiésemos en qué consiste su magro equipaje, daríamos en pensar que está en posesión de alguna arma secreta para la Cumbre del G-20. Anoche en el programa “59 segundos” de “La Primera” coincidieron todos los convocados, con rara unanimidad, en que los resultados de la convención se reduciran a puro verbalismo. Lo mismo sucede con los representantes de los distintos países porque no hay más leña que la que arde. Únicamente hace alarde de optimismo, “inasequible al desaliento”, el inefable presidente de la República Española, como le llamó aquel gobernador estadounidense que también andaba orientado.

En esta ocasión, como en tantas otras, Zapatero ha hecho acopio de fe y concentración para repetir mil veces con los ojos apretados “La Cumbre del G-20 marcará el inicio de la recuperación económica”, en un desesperado esfuerzo de voluntad, como aquellos cazadores de Altamira que pintaban bisontes heridos para recoger los frutos de la magia simpática. “¡Yes, we can!”



www.dariovidal.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario