Anda media España atarantada y con el ánimo suspenso aguardando qué pueda depararnos el XXXVIII Congreso Federal del PSOE en Sevilla los días 3, 4 y 5 de febrero.
Los aspirantes a la Secretaría General velan armas a la espera del encuentro. Pero Pérez Rubalcaba, el Alquimista, parece que ya ha prendido --”a Dios rogando...”-- el horno del atanor de cuatro fuegos para acometer la Obra. Aunque no es fácil que esta vez obtenga el oro que busca. Está más que nunca enfangado en tareas subalternas, para que el Altísimo le obsequie con la “piedra filosofal”. Y, además, amplios sectores que se mostraban propicios hasta aquí, le acusan de guerra sucia contra su oponente Carme Chacón, lo que ha provocado un desplazamiento de la militancia hacia la candidata “charnega”.
No parece que una organización tan necesitada de regenerarse haya elegido el camino mas adecuado para lograrlo. Da la impresión de que no han puesto el partido por encima de las personas. Y las personas se postulan para cubrir sus objetivos, no para depurar el pensamiento.
Los candidatos tienen motivaciones muy precisas. La señora Chacón ha venteado el tufo del poder con la liturgia castrense y será siempre esclava de ella. El señor Rubalcaba, acreedor de una dilatada ejecutoria, teme que el Congreso de Sevilla pueda quebrar su carrera política favoreciendo el previsible acoso penal por sucesos turbios o no aclarados que señalan a Interior como implicado en los crímenes del GAL; la estrategia de la confusión en la trama del 11-M; la ideación de la farsa de una ETA derrotada mientras “Amaiur” y “Bildu” se activaban en el ámbito de las instituciones y las finanzas, restituyéndoles la operatividad. Y, para remate, el brillante soplo de un enigmático funcionario de Interior sobre una sigilosa redada ultrasecreta dirigida por el juez Baltasár Garzón contra Joseba Elosúa, propietario del “Bar Faisán” de Irún, que alertó a la red de extorsión terrorista que cobraba “el impuesto revolucionario” a los empresarios vascos.
Nadie que no sea un sectario de oficio puede desear que una sóla opción se quede sin voz. Es necesario que todo pensamiento halle expresión y esa debe ser –porque es-- la opción de la gente dialogante y plural. Mas una cosa es el “currículum” y otra los “antecedentes”. Por eso resulta desolador que un partido no sea capaz de renovarse con otra savia y nuevas ideas para un tiempo diferente y haya de recurrir a los dirigentes del pasado por falta de opciones. Necesitamos un partido socialista riguroso, reflexivo y eficaz, muy distante de la frivolidad que hemos padecido hasta ahora, para que dé soluciones y no cree problemas. Y dudo que las opciones actuales se orienten en esta perspectiva.
Darío Vidal
01/02/2012
Los aspirantes a la Secretaría General velan armas a la espera del encuentro. Pero Pérez Rubalcaba, el Alquimista, parece que ya ha prendido --”a Dios rogando...”-- el horno del atanor de cuatro fuegos para acometer la Obra. Aunque no es fácil que esta vez obtenga el oro que busca. Está más que nunca enfangado en tareas subalternas, para que el Altísimo le obsequie con la “piedra filosofal”. Y, además, amplios sectores que se mostraban propicios hasta aquí, le acusan de guerra sucia contra su oponente Carme Chacón, lo que ha provocado un desplazamiento de la militancia hacia la candidata “charnega”.
No parece que una organización tan necesitada de regenerarse haya elegido el camino mas adecuado para lograrlo. Da la impresión de que no han puesto el partido por encima de las personas. Y las personas se postulan para cubrir sus objetivos, no para depurar el pensamiento.
Los candidatos tienen motivaciones muy precisas. La señora Chacón ha venteado el tufo del poder con la liturgia castrense y será siempre esclava de ella. El señor Rubalcaba, acreedor de una dilatada ejecutoria, teme que el Congreso de Sevilla pueda quebrar su carrera política favoreciendo el previsible acoso penal por sucesos turbios o no aclarados que señalan a Interior como implicado en los crímenes del GAL; la estrategia de la confusión en la trama del 11-M; la ideación de la farsa de una ETA derrotada mientras “Amaiur” y “Bildu” se activaban en el ámbito de las instituciones y las finanzas, restituyéndoles la operatividad. Y, para remate, el brillante soplo de un enigmático funcionario de Interior sobre una sigilosa redada ultrasecreta dirigida por el juez Baltasár Garzón contra Joseba Elosúa, propietario del “Bar Faisán” de Irún, que alertó a la red de extorsión terrorista que cobraba “el impuesto revolucionario” a los empresarios vascos.
Nadie que no sea un sectario de oficio puede desear que una sóla opción se quede sin voz. Es necesario que todo pensamiento halle expresión y esa debe ser –porque es-- la opción de la gente dialogante y plural. Mas una cosa es el “currículum” y otra los “antecedentes”. Por eso resulta desolador que un partido no sea capaz de renovarse con otra savia y nuevas ideas para un tiempo diferente y haya de recurrir a los dirigentes del pasado por falta de opciones. Necesitamos un partido socialista riguroso, reflexivo y eficaz, muy distante de la frivolidad que hemos padecido hasta ahora, para que dé soluciones y no cree problemas. Y dudo que las opciones actuales se orienten en esta perspectiva.
Darío Vidal
01/02/2012
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