lunes, 27 de abril de 2009

EL HOMBRE HUECO

En cuanto Zapatero se postuló para presidir el Gobierno, me vaticinó una amiga conocedora, que iba a ganar. “¿Y cómo lo sabes tú?” --pregunté. “Posée una voz cálida, aterciopelada y grave, tiene muy buena fotogenia y es guapo: eso puede con todos los argumentos de los adversarios”.

No le di crédito pero así fue. Y a los cuatro años, repitió. En ese tiempo, una gobernación errática y sin proyecto no logró erosionar la fascinación que había ejercido en el electorado femenino. Y aunque no me parece mal que “el talante”, los modales, los gestos, la voz y un rostro agradable se abran paso en el ámbito de la política, me parece detestable que ese envoltorio no sirva más que para ocultar un abismal vacío.

Felipe González nos tuvo un tiempo encandilados, hasta que antepuso la utilidad a la doctrina, pero sabía quién era y qué quería. Zapatero siempre lo ha ignorado. Primero quiso ser Felipe González y se puso a mimetizar sus ademanes, sus inflexiones retóricas, sus tics y sus latiguillos. Pero a F.G. no le satisfizo nada la representación. No podía halagar su vanidad porque una parsona con sentido crítico se siente dusnuda se le imitan. Y Felipe González es inteligente, y menos vanidoso que soberbio.

Pero he aquí que, ante el despego del dirigente imitado, ha vagado como alma en pena sin saber a quién parecerse y ocupando el tiempo que debía haber dedicado a resolver la crítica situación económica en ocurrencias que distrajesen. Mas los hechos son tozudos, como dijo alguien, y no basta con ignorarlos para que renuncien a existir como creen los avestruces. Así es que, a su radical conflicto de identidad –Zapatero no es nada si no es “otro”--, se han sumado los problemas económicos acumulados a los de credibilidad exterior y de identidad nacional. Y en ese punto estaba cuando se le apareció Barack Husein Obama en el camino de Damasco. Va a ser difícil conciliar el patriotismo estadounidense que profesa el norteamericano, con la lenidad relativista de ZP, quien ha afirmado (ved las hemerotecas) que la Patria en una milonga y que él “se siente ciudadano del mundo”, lo que no está mal para un presidente de Gobierno. Pero como ya tiene modelo al que parecerse, ha decidido que es “el Obama español” (volved a la hemeroteca) y debe ser así porque lo ha repetido varias veces desde la noche del triunfo en Chicago. Pero lo más vergonzoso --por no decir indigno--, es que en el primer vídeo que su partido ha difundido calentando la pre-campaña electoral de las Europeas, identifica a los otros candidatos con la codicia, la insolidaridad, el belicismo y la violencia de Bush, mientras que Obama-Zapatero son el diálogo, el ecologismo, el feminismo, la imaginación y el progreso.


www.dariovidal.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario