Hay que tener mucho cuidado con la compañía que uno elige y con el nombre que se les pone a las cosas. Yo quise llamar a uno de mis hijos Ciro, tal vez por la pedantería de que fuese padre de otro Darío, pero un familiar sensato me desaconsejó que lo hiciera, “Si el niño es mal estudiante le conocera todo el mundo como Cero”,-- me dijo. Eso me llenó de aprensión y evitó que se cumpliese la profecía porque, en efecto, el más bohemio de mis hijos obtuvo hasta comenzar la carrera unas notas lamentables. Unas notas de juzgado de guardia.
Naturalmente cada cual es dueño de bautizar a sus niños y su barco como quiera, pero lo que para una patrullera pudiera ser un nombre adecuado, no parece serlo para un pacífico pesquero. Ponerle Escorpión, Alacrán o Arraclao como en mi pueblo compromete mucho; tal vez a demasiado. porque nadie entendería en él que fuese sorprendido, abordado y neutralizado por una “zodiac” hinchable sin siquiera nombre conocido.
Pero esta no es mas que una divagación sobre el alguacil alguacilado, Lo que nos tiene a todos con el corazón en la garganta es el chantaje de los piratas que, según dicen, han entregado a tres de los marineros a los familiares de los tres piratas retenidos por la Justicia española. Y eso en un territorio –que no país-- como Somalia, sin autoridad, ni Estado, ni crédito internacional alguno, ni otro propósito que la rapiña, no es precisamente una garantía, sobre todo si le sumamos un desprecio total de los derechos humanos y de las otras fantasías que esgrimimos, pero que aquí tampoco nosotros respetamos.
Es cierto que una cosa son los jueces y otra el Ejecutivo. Pero allí es todo lo mismo y no tienen mayor respeto por la vida de un hombre que por la de una sabandija. Lo que cabe preguntarse es si hemos sido lo bastante cuerdos y prudentes al enfrentarnos a unos hechos que nadie controla en un lugar sin dueño, y si el señor Moratinos, que supuestamente es el especialista de política islámica en países exóticos tiene pensada una estrategia y ha elaborado un plan para sacar del atolladero a nuestros hombres en el Ïndico. Porque es imposible dialogar si no se habla el mismo lenguaje. ¿Se sabe cómo piensan? Ayer aventuraban de modo harto irreflexivo en Defensa que "se cree que los piratas no matarán a nadie”. ¡Pues qué bien! ¿Y no tiene el Estado español ningún indicio fiable que nos cerciore de que efectivamente no piensan matar? ¿Y si matan? Pienso que no saben con quién nos enfrentamos y que el Gobierno está tan vendido como un pulpo en un garaje.
Seguiremos rezando. Lástima de tanto agnóstico.
Darío Vidal
06/11/2009
Naturalmente cada cual es dueño de bautizar a sus niños y su barco como quiera, pero lo que para una patrullera pudiera ser un nombre adecuado, no parece serlo para un pacífico pesquero. Ponerle Escorpión, Alacrán o Arraclao como en mi pueblo compromete mucho; tal vez a demasiado. porque nadie entendería en él que fuese sorprendido, abordado y neutralizado por una “zodiac” hinchable sin siquiera nombre conocido.
Pero esta no es mas que una divagación sobre el alguacil alguacilado, Lo que nos tiene a todos con el corazón en la garganta es el chantaje de los piratas que, según dicen, han entregado a tres de los marineros a los familiares de los tres piratas retenidos por la Justicia española. Y eso en un territorio –que no país-- como Somalia, sin autoridad, ni Estado, ni crédito internacional alguno, ni otro propósito que la rapiña, no es precisamente una garantía, sobre todo si le sumamos un desprecio total de los derechos humanos y de las otras fantasías que esgrimimos, pero que aquí tampoco nosotros respetamos.
Es cierto que una cosa son los jueces y otra el Ejecutivo. Pero allí es todo lo mismo y no tienen mayor respeto por la vida de un hombre que por la de una sabandija. Lo que cabe preguntarse es si hemos sido lo bastante cuerdos y prudentes al enfrentarnos a unos hechos que nadie controla en un lugar sin dueño, y si el señor Moratinos, que supuestamente es el especialista de política islámica en países exóticos tiene pensada una estrategia y ha elaborado un plan para sacar del atolladero a nuestros hombres en el Ïndico. Porque es imposible dialogar si no se habla el mismo lenguaje. ¿Se sabe cómo piensan? Ayer aventuraban de modo harto irreflexivo en Defensa que "se cree que los piratas no matarán a nadie”. ¡Pues qué bien! ¿Y no tiene el Estado español ningún indicio fiable que nos cerciore de que efectivamente no piensan matar? ¿Y si matan? Pienso que no saben con quién nos enfrentamos y que el Gobierno está tan vendido como un pulpo en un garaje.
Seguiremos rezando. Lástima de tanto agnóstico.
Darío Vidal
06/11/2009
A lo mejor el nombre de Alakrana responda al verdadero propósito de rapiña que tienen los barcos que cruzan y usan las aguas de esos mares. Recomiendo echarle un vistazo a este artículo de The Independent: http://bit.ly/somali09
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