viernes, 13 de noviembre de 2009

A vacunarse todos


Dos niñas de la familia han pasado la Gripe “A”, antes “Porcina”, luego “Nueva” y bautizada ahora con la primera letra del alfabeto que a nada compromete.

Las diagnosticó una médico de apoyo enviada por el Ministerio de Sanidad porque tenían fiebre alta y moqueaban, sin otra prueba clínica, confirmación analítica ni precaución crítica. Dos números más para la estadística. Así acierta cualquiera. Hasta la Trini Jiménez que dijo que no se vacunaría con muchas risas, y ahora son capaces de hacer que se retracte en plan “reality show” ante las cámaras de televisión.

Mal lo tienen ella, las embarazadas, los pobres niños que no se pueden defender, los ancianitos, los aquejados de las llamadas “enfermedades de riesgo” que tampoco, y los que sean medianamente temerosos y aprensivos porque esos lo va a hacer dos veces.

¿Quien dijo que íbamos a tomarnos a broma la “broma” de la ahora llamada Gripe A, cuando el Gobierno ha movilizado partidas en plena crisis para adquirir los antivirales y la Organización Mundial de la Salud –a la que han concedido el Principe de Asturias cuando tantas plagas ignora-- la ha encarecido de acuerdo con los laboratorios y en connivencia con el Duo de la Morfina? No era posible. Se ha hecho ya mucha inversión, movilizado muchos intereses, engrasado muchas voluntades en cascada, y hay un flujo y reflujo de cheques, sobres y pagarés que resulta imposible desmadejar.

Y todo, en buena medida, porque el Trio de la Bencina, que ha visto en riesgo el mercado del petróleo, se ha reconvertido en Duo de la Morfina, adquiriendo o participando en laboratorios farmacéuticos. Así siguen en la cresta de la opulencia el siniestro Donald Rumsfeld, secratario de Defensa de los EE.UU. en lo peor de Iraq y Afganistan, y el incalificable George Bush, presidente de la llamada nación más poderosa de la Tierra y primera Democracia del planeta, inspirador de Abu Ghraib, Guantánamo y las cárceles secretas en que se vejaba, humillaba y torturaba a personas sin identidad, sin pruebas y sin culpas, porque este duo siniestro las adquiría como víctimas para atemorizar a quienes no podían coger.

Estos dos personajes, temibles como los siete jinetes del Apocalipsis y capaces ellos solos de mermar la población del mundo así en la guerra como en la paz, son con toda probabilidad los inventores de la Gripe A. de la que ahora quieren hacernos vacunar a todo el mundo. Bueno, a todo el mundo que puede pagar las vacunas. A los de la otra cara de la Tierra no les importunará nadie. Porque los laboratorios “Gilead Sciences” y “Roche” su asociado europeo, no piensan en términos de beneficencia. Ni Rumsfeld, que tiene las patentes de todas las vacunas hasta ahora registradas.

Darío Vidal
13/11/2009

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