miércoles, 2 de junio de 2010

Israel asesina cooperantes


No se cuantas veces van ya. No se cuantos muertos hacen falta para que ese Estado despiadado, injusto y altanero –porque lo financian otros-- no escape otra vez impunemente del castigo que sugiere –sugiere muy tímidamente por cierto-- la comunidad internacional.

No sé hasta cuándo seguirá abusando de nuestra paciencia, como reprochaba Cicerón al fementido Catilina, porque no es posible que alguien sobrepase todos los límites vanagloriándose y sin pagar peaje, como hacen los israelitas cuantas veces se limpian la inmundicia con las resoluciones de las Naciones Unidas. Pero la ONU está probablemente para eso y no hay que temer un ataque de dignidad que impulse a dimitir a alguien. Aunque sin poseer el don de la profecía podemos vaticinar que no está lejos la reacción global contra Benjamín Netanyahu y el imperialismo genocida del sionista Ariel Sharon.

Israel ha estado plañéndose justificadamente de la vasanía de los nazis durante decenios y su reiterativa propaganda nos ha hecho estremecer. Pero hace muchos años que ha reproducido aquella crueldad con el pueblo palestino, que no es justo ni del todo inocente porque nadie lo somos, pero que ha sido el escogido para vengar cobardemente a los hebreos de los nazis en el alma de los musulmanes.

No salgo en defensa de nadie, puesto que ambos son semitas, y acaso esa familiaridad explique el freudiano desencuentro fraterno. Pero el rechazo mutuo atizado por dos racismos, dos integrismos y las dos más feroces intolerancias religiosas surgidas del monoteísmo intransigente e inmutable, es de muy difícil pronóstico. La otra religion inspirada por el Jahvé del Libro, también sacrificó a los dioses de la Ira tomando a Cristo por bandera, aunque parece que con la relativización y su descrédito, los hombres han dejado de matarse en nombre de Dios. Qué piadoso contrasentido.

Sigue dándose la paradoja de que el credo más antiguo, aquel en que la gente más descrée y registra el mayor indice de agnósticos de su larga historia, está enajenándose el favor de todas las naciones en el momento en que se mantiene más por la tradición que por la piedad, y cuando ha tenido que recurrir a fundar un país adquiriendo territorio para perpetuar un Estado belicista erizado de misiles y terror, que no prevalecería sin las armas.

Mas esta es una de las ocasiones en que ha llegado demasiado lejos, ya que su Marina ha matando a doce personas, herido a treinta y afectado a cooperantes de sesenta países en aguas internacionales, cuando llevaban medicinas y alimentos para la gente sitiada en Gaza. Y en esta ocasión muchas víctimas eran de las que pagan las armas de Israel.

Darío Vidal
02/06/2010

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