jueves, 16 de diciembre de 2010

Que llega la pandemia



Échense a temblar que vuelve la Organización Mundial de la Salud. Y como todos los años por estas fechas, llegará con su estela de epidemias y temores hipocondríacos, para cosechar sus vacunas inservibles.

¿Inservibles, dice? A ver si nos enteramos.

La gripe cambia todos los años porque las cepas víricas mutan cada temporada. Pero la gente de la bata blanca descubre el factor mutante y elabora la vacuna cuando la epidemia anual ha infectado a todo el mundo, manifestando la enfermedad en los mas débiles, o transitando por el invierno sin mayores consecuencias en el pulmón, los bronquios o el intestino de los mas resistentes.

Ignoro por qué, aceptado este hecho probado, la población se aviene con tanta docilidad a ser vacunada. Sorprende que haya personas cultas que decidan vacunarse de lo que ya pasó y no existe mas que residualmente en organismos inmunes. Pero la OMS regresa tozudamente a recoger la cosecha inventada, como la SGAE de Teddy Bautista y “Ramoncín” el rojo, con el cestillo de la propina arrebatada al talento de los demás.

“La OMS ya vuelve a la fiesta / con su polisón de nardos / la gente la mira, mira / la gente la está mirando”. Aunque cada vez con más recelo después de tanta sospecha fundada y el episodio de la pasada epidemia que se convirtió en pandemia. Pero los Laboratorios no descansan y los funcionarios de la ONU han detectado que, en estos días, se ha dado ya un caso de “gripe A”. Una gripe asintomática, poco virulenta, nada grave y tan bonancible que muy bien pudieran haberla llamado otra cosa, o de ningún modo. Como de hecho sucedío. Porque comenzaron bautizándola como “gripe porcina” sin que se habiese detectado ningún cochino enfermo; se le llamó luego “última gripe” lo que constituía una jactancia y una presunción porque nadie sabe cuantas gripes puede haber, y terminó archivándose como “gripe A”, que no compromete a nada.

Así es que “la gripe “A” ya ha venido; / nadie sabe cómo ha sido”, igual que la Primavera. Mientras la OMS de Margaret Chan, trufada de cargos, colaboradores externos, sueldos hiperbólicos, symposios suntuosos, dosieres prolijos y documentos inútiles, daba razón de su futilidad y su inepcia, parejas a las de la OTAN, la ONU y todos los huevos de la misma pollada, que ya vemos en qué han parado, y recuerdan la retranca de aquella machada tardofranquista del Referendum advirtiendo que “Si ellos tienen UNO nosotros tenemos dos”. (Porque la ONU se decía en "anglosajón").

Pero entonces creíamos en algunas cosas y pensábamos que el Poder guardaba las formas. Ahora hemos aprendido las artes de los laboratorios de Bush, Rumsfeld, Cheney y sus cuates, las mentiras de “destrucción masiva”, los ejércitos privados a tanto el muerto, y la recolección de “Gripe A” obligatoria, que ya se apresta a llegar. Cuanta basura.



Darío Vidal
15/12/2010

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