Ahora todo es diferente. Las cosas son distintas. Es imposible temer un nazismo hoy o un estalinismo, con las garantías de Europa....
Eso será mientras todos los que nos decimos europeos estemos de acuerdo en hacerlo imposible. Reflexionen un instante. El fermento de toda tiranía está en el silencio: en la opacidad de la palabra y la ocultación de la verdad. Y ya estamos en ello.
El político que va a presidir la Unión Europea en los próximos seis meses, el húngaro Víktor Orbán primer ministro de Hungría y lider del partido Fidesz, acaba a promulgar una ley para restringir la libertad de prensa “en beneficio del interés público y por respeto a las minorías regionales, étnicas y religiosas..” ¿Les suena a algo todo esto? A mi me huele a azufre.
No hacemos mas que despertar del sueño narcótico del totalitarismo en el Continente y he aquí que Hungría, uno de los últimos en llegar del Telón de Acero, se postula otra vez para salvar a Europa.
Ante la reacción de ciertos dirigentes occidentales, el político “magyar” se ha apresurado a manifestar que su desinteresado proyecto puede ser reconsiderado por el ganador partido Fidesz (Unión Cívica Húngara de centrodecrecha) si la Unión Europea lo juzga necesario. Pues bien, los ciudadanos de a pie juzgamos innecesarios a Víktor Órban, a su partido Fidesz y, en esta cuyuntura, también a los húngaros que han dado la victoria a la Unión Cívica Húngara.
En esta lacerada esquina del Planeta no queremos ya a nadie que nos salve. Y menos los que desean encauzar el pensamiento, censurar la verdad y domesticar la vida. Porque no hay quien se ponga a esa tarea ingenuamente.
El último primer secretario del Partido Socialista Obrero de Hungría, Károly Németh, no distaba en 1988, del Víktor Orbán que va a estar al frente del país cuando tome el relevo en la Unión Europa. Desde uno y otro extremo, ambos aspiran a lo mismo: a eludir la libertad.
¡Largo! Váyase, compañero Orbán. Ábrase, ya sea usted de izquierda, derecha o centro. Porque hace años que estamos en la tarea y nadie puede asegurar aún que la Libertad esté fuera de peligro.
Darío Vidal
21/01/2011
Eso será mientras todos los que nos decimos europeos estemos de acuerdo en hacerlo imposible. Reflexionen un instante. El fermento de toda tiranía está en el silencio: en la opacidad de la palabra y la ocultación de la verdad. Y ya estamos en ello.
El político que va a presidir la Unión Europea en los próximos seis meses, el húngaro Víktor Orbán primer ministro de Hungría y lider del partido Fidesz, acaba a promulgar una ley para restringir la libertad de prensa “en beneficio del interés público y por respeto a las minorías regionales, étnicas y religiosas..” ¿Les suena a algo todo esto? A mi me huele a azufre.
No hacemos mas que despertar del sueño narcótico del totalitarismo en el Continente y he aquí que Hungría, uno de los últimos en llegar del Telón de Acero, se postula otra vez para salvar a Europa.
Ante la reacción de ciertos dirigentes occidentales, el político “magyar” se ha apresurado a manifestar que su desinteresado proyecto puede ser reconsiderado por el ganador partido Fidesz (Unión Cívica Húngara de centrodecrecha) si la Unión Europea lo juzga necesario. Pues bien, los ciudadanos de a pie juzgamos innecesarios a Víktor Órban, a su partido Fidesz y, en esta cuyuntura, también a los húngaros que han dado la victoria a la Unión Cívica Húngara.
En esta lacerada esquina del Planeta no queremos ya a nadie que nos salve. Y menos los que desean encauzar el pensamiento, censurar la verdad y domesticar la vida. Porque no hay quien se ponga a esa tarea ingenuamente.
El último primer secretario del Partido Socialista Obrero de Hungría, Károly Németh, no distaba en 1988, del Víktor Orbán que va a estar al frente del país cuando tome el relevo en la Unión Europa. Desde uno y otro extremo, ambos aspiran a lo mismo: a eludir la libertad.
¡Largo! Váyase, compañero Orbán. Ábrase, ya sea usted de izquierda, derecha o centro. Porque hace años que estamos en la tarea y nadie puede asegurar aún que la Libertad esté fuera de peligro.
Darío Vidal
21/01/2011
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