martes, 18 de enero de 2011

"Gólgota pícnic"


Una de las actividades que completaban el macabro protocolo del escarnio y la vejación de los torturados por la Eta, era el vilipendio, la mofa, la profanación y la burla de los muertos.

Había alimañas, había tarados, había infra-seres, había basura, había bastardos dedicados a martirizar a las víctimas, más alla de su agonía y el dolor desgarrador de los suyos, profiriendo durante días, durante meses, durante los tristes aniversarios para el recogimiento y para el duelo --que no querían oficiar Setién y los suyos--, los insultos, provocaciones e invectivas que les negaban el olvido y el descanso, cuando no recurrían incluso a la profanación de los nichos. Es uno de los casos de más ruín abyección que se hayan conocido, aprovechando que nadie había de salir en defensa de los ofendidos.

A la actitud noble de los que afirman que no son de este mundo, se opone la villanía de los que agravian, difaman y delinquen impunemente, porque afirman que sí lo son. Y si no fuese porque es malo, estaría uno por darles una voz a Jomeini y Torquemada, aunque no fuese mas que para meter, a estos audaces sin riesgo, el miedo que presiento que les anida a flor de piel, para que se deshiciesen en disculpas a Jahvé, a Allah y al Espíritu Santo, sin poder contener la tembladera.

No soy beato ni gente piadosa. Y tengo algo que objetar a la tradición escolar que me imbuyeron los maestros –hombres y mujeres--, pero me repugna la cobardía, sobre todo si proviene de esas viles sabandijas contrariadas, que se atreven sólo desde la barrera.

Es el caso que un desconocido García que ha evaluado el escaso riesgo penal que comporta ciscarse en el nombre de Dios, a cambio del supuesto beneficio mercantil y la gloria literaria que le aguarda (¿?), ha elaborado unos textos y una nauseabunda dramatugia para el vilipendio, la burla y la profanación, mediante el "acercamiento absolutamente impúdico, a veces inventándome otra lectura de los hechos que se cuentan. Así, donde la Biblia ve milagros yo veo atrocidades”. Y --para adobar el bodrio más cumplidamente-- "incluso me permito la licencia poética de decir que con ese pasado iconográfico lo normal es violar niños". Y “Cristo acaba Crucificado y con un puñado de billetes en la herida del costado”. Todo ello con ilustración varia de “desnudos, penes, vaginas y masturbaciones”. En eso consiste al parecer "Gólgota picnic". Todo un alarde de creatividad y delicadeza eroticopoética.

Posée, el tal García, el ingenio y el talento profanatorio infantil del caca, culo, pedo, pis, y --¡pásmense!-- presenta su hallazgo estético Gerardo Vera, director del Centro Dramático Nacional, avalado por el crédito intelectual de la ministra Sinde: sin González, sin cultura, sin vergüenza y sin decoro. Sinde.


Darío Vidal
18/01/2011


1 comentario:

  1. ¿Rodrigo García desconocido? Vaya... no es el mejor comentario si pretende usted hablar de teatro pos-modernista.

    De cualquier manera en su "crítica" solo parafrasea sus declaraciones, creo pertinente preguntarte si ha visto la obra o no.

    ResponderEliminar