jueves, 29 de septiembre de 2011

Listos y charlatanes



Yo no sé si don Alfredo es sutil, hábil, sagaz e inteligente como dicen sus cada vez menos entusiastas conmilitones, o simplemente es listo. La cosa no es baladí porque lo contrario de inteligente es tonto, y lo que se opone a la listeza es la torpeza.

Me asalta la duda incluso con cierto encono cuando descubro por la prensa su menguado programa, jugando siempre a la contra como dirían los futboleros. Si fuese inteligente tendría ideas y no se limitaría a gritar “y tú mas”. Y opino de este modo sin sentir preferencias por ningún partido. Tengo edad bastante para que me hayan defraudado todos y conozco por ello los riesgos del PP --que me robó una finca al descuido que no ha pagado el alcalde señor Abril-- y las mañas del PSOE que me birló un trabajo después de pasarse por el forro unas oposiciones, como saben mis buenos amigos José María Durán y Jordi García-Candaú, hasta hace un mes sostén intelectual --o sujetador si se prefiere--, del presidente manchego don José María Barreda.

Pero ocurre que el Alquimista Cántabro –no el partido-- es capaz de encrespar el ánimo del mas sosegado cuando se pone a profetizar lo que hará el malo de la película y ya ha hecho él en lo que llevamos de función. Por eso me preguntaba por su lucidez o su necedad. Pués los tontos piensan que lo son los demás y eso les da margen para decir o hacer cualquier cosa y la contraria sin que el rebaño se percate. O eso creen. Pero ya no, porque “el sexo débil ha hecho gimnasia” como ironizaba Jardiel Poncela. Sinembargo se ha debido contagiar el grupo a juzgar por los renuncios, contradicciones y enmiendas de sus prohombres, sobre todo desde que la bicefalia o policefalia de la Organización ha sembrado el virus de la paranoia en sus dirigentes. Véase sino el giro operado en el pensamiento del eximio jurista don Cándido Gómez-Pumpido sólo “en horas veinticuatro”. Si bien puede que se trate del piadoso placebo de un dasahuciado a un terminal.

Lo cierto es que Rubalcaba no actúa como el propietario del título sino como un “challenger”, como un aspirante. Y eso, después de ocho años en el Poder, confiere un deplorable tufo de derrota. Parece que juega a la contra y pide la revancha porque esta de antemano vencido.

Entretanto el señor candidato ha convocado varias conferencias de prensa en distintas capitales, vaticinando los mismos errores que ha cometido él hasta ayer mismo, para alertar de los recortes que prevé Rajoy y que él ya ha realizado, de manera que aunque quisiese, no podría el PP hacerlo de nuevo. Ni tampoco fundir los dos mil millones que Zapatero, que parece seguir “en Belén con los pastores”, distribuyó graciosamente anteayer mismo no se con qué destino, pero con el objeto de que en las arcas del Estado no quede más que calderilla. ¡Qué sinvergüencería!


Darío Vidal
29/09/2011


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