lunes, 17 de octubre de 2011

La pamplina de "la Paz"


Las consecuencias de la vileza asesina de los matarifes no se restañan con mercromina, cirugía, vendas y reposo. La dentellada de la muerte, aunque no haga presa en la carne, jamas se extingue porque deja huella en el alma y los sentidos. Una víctima no deja de ser presa del temor, el sobresalto y la amenaza un solo momento de su vida.

No es cierto que sólo sean víctimas de la Eta los casi mil cadáveres que han abonado su Historia de vileza y odio irracional a todo. Ellos perdieron, con la vida, la consciencia. Las verdaderas víctimas han sido los condenados a sobrevevir en medio del terror, el desprecio, la vejación y las burlas obscenas de los cobardes asesinos de la banda y sus partidarios que se han dedicado a obstaculizar funerales como los bienaventurados Setién, Uriarte y de ahí para abajo –incluso apartando a sacerdotes dignos que se arriesgaron y perdieron sus parroquias--, a insultar en los bares y por teléfono a cualquier hora del día o de la noche, a escribir graffitis y dianas en las paredes que significaban condenas de muerte, un día consumadas. a profanar las tumbas de los muertos y a amenazar y atemorizar a los que circulaban por la calles como sombras o tienen que ir todavía con escoltas.

No. No son lo mismo las víctimas que los matarifes. No es posible dar palabra de Paz ni pactar una tregua con quienes han muerto y los que pasean por las calles con arrogante impertinencia su impunidad vergonzosa. No. A estos les esperan muchos años de sonrojo y penitencia personal hasta que las víctimas les hayan perdonado de corazón. No basta con que Eta y sus afines hagan discursos, porque los culpables no son las organizaciones sino los criminales. Y cada cual sabe hasta dónde llega su culpa. Como Lokarri.

Sin embargo quienes más se cubren de ignominia en este caso son los socialistas vascos (PSE) y por extensión los del PSOE que no sé a qué esperan para refundar un partido socialista inspirado en la ejemplaridad, la verdad, la rectitud y la honestidad. Porque después de esta pamplina de las conversaciones de paz de San Sebastián inspiradas en la mentira, el engaño y el dolo, amparados por la desinformación de los supuestos mediadores que ignoran o parecen no saber que “el conflicto armado” desaparecería si los que matan, atentan, roban, extorsionan, amenazan, secuestran y asesinan, dejasen de hacerlo y entregasen sus pistolas, sus armas de asalto, sus bombas y sus explosivos. Así de sencillo. Porque el resto de los ciudadanos no tienen ni un cortaplumas y, ahora que no se puede fumar, ni cerillas.

Pero el PSE de Patxi López tendrá que dar cuenta muy pronto del cargo de traición a su pueblo y a sus militantes asesinados. Como Zapatero y Rubalcaba que han defraudado y traicionado -que es peor- las expectativas de gobernacion hasta la postrera legislatura.


Darío Vidal
17/10/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario