sábado, 12 de noviembre de 2011

Brindis al sol


Mal empezamos, señor Rajoy, si como ha insinuado la prensa más cercana a usted va a comenzar con una acción efectista y barata para distraer la atención de quienes aguardan soluciones eficaces. No está la zorra para bailes. Nadie piensa en minucias como la de fumar en los bares salvo los aficionados a los puros como usted. Estamos en tiempo de descuento y no vamos a tener paciencia como cuando esperábamos un apoyo a ciertas medidas de ZP, por muchas arterías que hicieran temer, si generaban alguna esperanza.

Mire que nos vemos con Bildu o Amaiur en casa y eso significaría una implosión como la del “USS. Maine” --usted lo recordará-- en el puerto de La Habana. Mire que ya no basta con mostrar la zanahoria para que volvamos la vista. Que la “técnica de la dispersión” nos la enseñó ya el señor Goebbels y ha llovido desde entonces. No queda tiempo para los “brindis al sol” sobre todo cuando no son más que humo.

A lo que hay que dedicarse -aunque sea menos vistoso- es a estimular la economía, a fomentar el empleo, a acabar con la ETA y todas sus franquicias y a reformar la Justicia pidiendo responsabilidades a los prevaricadores, que como haberlos, haylos.

No esperamos milagros fulgurantes como los devotos de las dietas de adelgazamiento, pero la economía dejará de desplomarse, alguien empezará a tener trabajo, los etarras “abandonarán toda esperanza” como Dante en el Infierno en lugar de andar crecidos, y finalmente la gente de a pie volverá a confiar en los jueces y a respetar las Leyes, que también necesitan buen repaso. Y poco a poco esto volverá a parecer un país, restaurada la función de los tres Poderes del estado de derecho. Sabemos que no es tarea fácil, pero cuando se acumulan las deficiencias y las culpas, se multiplica la tarea de reconstrucción. Y además vamos a demandar al nuevo Gobierno que pida responsabilidades de sus actos a sus gestores, como se exigen al presidente y los consejeros de las empresas --¡menos los bancos, que pertenecen al país de Jauja y premian las quiebras con indemnizaciones!-- porque no ponen en dificultades a un grupo de accionistas sino a la nación entera.

No recurran al populismo fácil, que la gente lee ya entre líneas; no caigan en la demagogia, que los chicos, aunque estudien con esos inanes y vacuos planes de estudio que se inventó Rubalcaba, son cada vez más listos y acaban descubriéndolo todo. Y sobre todo, señor Rajoy, no nos entretenga con fuegos de artificio como el de dejar fumar en bares, restaurantes, oficinas y comercios.

Haga lo que deba hacer. No espere aplausos ahora. Y deje las cosas en los bares como estan, que no esta la zorra para bailes.


Darío Vidal
12/11/2011

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