martes, 8 de noviembre de 2011

Reflexión sobre el debate


Los crímenes de Alcácer, los niños perdidos de Córdoba y la desaparición de Marta del Castillo por obra de Carcaño, su hermano y “El Cuco”, han sido capaces de burlar a un país entero. Pero callamos.

Bibi Aído concedió 841.803 euros para que 21 estudiosas dirigidas por Nieves Martín Alguacil, trataran de asuntos tan urgentes como “Las esclavas negras de los siglos XVI al XIX” o la elaboración de un “Mapa de Inervación y Excitación Sexual en Clítoris y Labios Menores”, mientras Zapatero hablaba en el Congreso de austeridad y recorte del gasto. Pero callamos.

Sin embargo ni Rubalcaba ni Rajoy se refirieron a aquella ineficacia ni a estos despilfarros en el Debate de ayer, el uno para no echarse tierra encima y el otro para no dar ocasión a desvirtuar su mensaje. Pero callamos, pues lo que importa es la alternancia y el buen rollo.

Nunca llueve a gusto de todos desde luego, y Josep Antoni Durán i Lleida de CiU y Josu Erkoreka, portavoz del PNV, se han molestado porque ninguno de los candidatos dedicase especial atención –¡quien iba a decirlo!-- a Cataluña y Euskadi. (Tampoco hablaron de Andalucía a pesar del PER, ni de Aragón, ni de Galicia)

E Íñigo Urkullu, presidente de los nacionalistas vascos, ha arremetido luego contra el PSOE y el PP por querer imponer el bipartidismo en España. Luego ha reparado en la contradicción freudiana y ha dicho en la población alavesa de Lantaron que “no hemos de caer en la tentación de creer que estas elecciones van con nosotros”. Menos mal.

Mas hablando de lluvia –tan escasa--, llueve sobre mojado estos días, porque don Gregorio Peces-Barba, padre de la Constitución y ex-presidente del Congreso, dijo a propósito de la hostilidad de Cataluña con el resto de España, que Felipe IV debería haber preferido a Portugal en la Guerra de Restauración, a Cataluña en la dels Segadors, porque “quizas nos hubiese ido mejor con los portugueses que con los catalanes”. Y eso que debía haber divertido a los catalanistas, les sentó como un tiro.

Es verdad que el comentario del ilustre abogado no fué un prodigio de diplomacia, pero tampoco son un portento de delicadeza las actuaciones que acometieron los nacionalistas con la política de aguas; ni con el tesoro eclesiástico de Huesca y Barbastro hurtado por el obispado de Lérida y aún no restituido pese a la mediación vaticana; ni con los bienes seculares aragoneses que Federico Marés Deulovol llevó a Barcelona con la "Columna Lluis Companys" en el periodo 1936-1939; ni con la apropiación geografica de parte de Aragón por la cartografía oficial del “Omnium Cultural” y luego de la Generalitat, como si lo hubiese conquistado en acción de guerra; ni con el expolio favorecido por Angeles González-Sinde este mismo verano de los documentos aragoneses de la Guerra Civil que custodiaba Salamanca; ni con la pretendida incorporación actual de parte de La Litera, Los Monegros y la Tierra Baja, cuando este territorio desierto y desangrado por la emigración se dejó arrebatar el Archivo Histórico de la Corona de Aragón, ahora “Arxiú Històric de Catalunya”.

Pero no revolvamos más. Lo desconcertante es ese arrebato de celos –no me atrevo a llamarle patriotismo para no ofender a nadie-- de nuestros nacionalistas.

A ver si resulta que ahora van a querernos.

En ocasiones hace falta un debate para poner las cosas en su sitio. A lo mejor este país necesita un buen psiquiatra.


Darío Vidal
08/11/2011

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