viernes, 2 de marzo de 2012

BURLAR A LA MUERTE


BURLAR A LA MUERTE

Nadie piense que es una reacción gremial. Me alegro del rescate de Javier Espinosa y sus compañeros no solo por ellos, sino porque miles de lectores han recobrado su capaciad de saber y de opinar.
Pues existe el propósito de no dejar testigos sobre el terreno en Homs. El designio de los tiranos es matarlos a todos como se ve en las últimas acciones, ejecutando operaciones anónimas y fortuítas. Ayer mismo, cuando sabiamos que Edith Bouvier y Javier Espinosa estaban saliendo de su ratonera en Homs, teníamos noticia de que los hombres de la IV División Acorazada, o “de los Monstruos”, de la Guardia Republicana siria, la unidad de élite del hermano del presidente Bashar, Maher al Asad, cuyos blindados tienen orden de rebuscar resistentes –y periodistas-- entre los escombros del barrio de Bab-Amro, arrasadas mezquitas y hospitales, inutilizadas las bolsas de suero y de sangre para trasfusiones, negando la asistencia a los heridos, impidiendo las evacuacuiones y habiendo bombardeado las conducciones de agua y los depósitos de alimentos, sin pan, luz, vendas, antibióticos y calefacción, tras decomisar las radios, las grabadoras, las cámaras, los micrófonos y teléfonos digitales, la consigna era no dejar vivo a nadie.
El mismo propósito que formuló Hafez al Asad, padre del actual tirano, cuando hizo aplastar en 1982 las revueltas de Hama a su fiel hermano Rifaat al Asad, lo que costó la vida a 30.000 compatriotas. No sabemos a cuanto ascenderán las víctimas –hasta aquí son 8000-- cuando dentro de unos días se haga balance de la represión ejercida por Maher al Asad, “el carnicero de Deraa” hermano menor y jefe de la actual unidad de élite, por orden del hermano mayor Bashar al Asad, el actual dictador. Una siniestra historia que amenaza repetirse.
A estas horas se ha iniciado el asalto final a la ciudad de Homs con varia fortuna, porque el encarnizamiento “baazista” corre parejo a la bravura de la población desarmada, aunque Rusia y China hayan cerrado las puertas del Consejo de Seguridad de la institución más venal e inoperante del Planeta. Dios no depare a las víctimas mala hora.
Ayer murieron 13 hombres en las 26 horas que duró la evacuación del fotógrafo británico del “Sunday Times”, Paul Conroy. Despues de varios ataques entre campos de minas, con dos bombardeos y una emboscada en que cayeron 23 sirios, se dividió el grupo, llegando éste al Líbano, aunque habiendo de retroceder hasta Homs el integrado por Edith Bouvier de “Le Figaró”, que vivió oculta durante 25 dias de asedio con una pierna rota, a Abú Maha y a Javier Espinosa de “El Mundo” hasta lograr por fin evadirse anteayer al Líbano.
Ójala esos periodistas hagan ganar a los sirios.
Darío Vidal
02/02/2012

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