Pues, señor,
en qué quedamos. Yo diría que quieren confundirnos. En las mismas
fechas y a pocas horas, fuentes afines nos hablan de defensa
numantina de nuestra soberanía económica (“¡Miau...!”),
de la necesidad de un rescate financiero auspiciado por la señora
Merkel pasando por encima de la jerarquía europea –que desairado
el papel de Van Ron Puy y Durao Barroso--, mientras determinados
miembros del Gobierno dicen que habrán de estar a lo que digan los
miembros de esa comisión que piensa examinarnos de Selectividad...
Entretanto
la bolsa sube --lo que es bueno--, la prima de riesgo sube –lo que
es malo-- y el Ibex va a su bolita como hipnotizado. Mientras unos
dicen que hay que recuperar las viejas monedas nacionales para
utilizarlas según convenga, como el Espacio Schengen; otros abogan
por “mas Europa”, y unos terceros van de mediopensionistas como
el Reino Unido que, cuando no tiene juego, “pide tiempo”
como los del baloncesto, o nosotros mismos cuando, jugando a correr y
pillar, gritábamos sofocados: “¡No se vale, no se vale...!”
Saben hacerlo bien estos
ingleses.
Unos
dicen que tenemos suficientes recusos para sacar los pies de las
alforjas sin bajarnos los pantalones, porque exite liquidez
suficiente aunque mal administrada; otros aseguran que cuanto mas
pospongamos la solución más dura será la caida. Y un humilde y
sumiso político alemán, de los que reconocían nuestra proceder
disciplinado y ejemplar hace una semana, se quejaba ayer de “la
soberbia, la arrogancia y la hybris blasfema de los españoles”
que les impiden ver la realidad.
No
pase del halago al vilipendio en “solo horas
veinticuatro” porque nosotros,
como somos de inteligencia tarda, necesitamos más tiempo que ustedes
para aclimatarnos a esos súbitos cambios de presión y terperatura.
No somos capaces tampoco de intuir por donde van a ir los mercados de
un día para otro. Como si la bolsa fuese impredecible y que cada día
nos sorprendan las cotizaciones más allá de todo pronóstico.
¿Quién maneja esos hilos y por qué? Bueno, eso no lo digan; eso
lo sabemos.
Mas,
ya de madrugada, me alerta la radio –con la que me acuesto todas
las noches-- de que un rescate es inmiente, aunque los mas optimistas
creen que se trata de una acción entre bancos y no entre paises, si
bien la señora Merkel no parece aceptar la fómula. Por qué, si
hace una semana éramos un gobierno disciplinado y ejemplar en una
nación disciplinada y ejemplar. No voy a opinar. Voy a formularme,
más modestamente, todas las preguntas a que da lugar esta crisis.
Hay datos que desconocemos, y Barak O bama, desde la diestra del
Padre, aconseja respetar la buena disposición de España e Italia,
porque un estornudo de ellas podría desequilibrarnos a todos.
Darío Vidal
08/06/2012
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