El fiscal
general del Estado, Eduardo Torres-Dulce ha activado, a instancias de
las víctimas del terrorismo, la orden de detención contra Josu
Urruticoetxea Bengoetxea, alias “Josu Ternera”, que vivía hasta
ahora con su mujer Elena Beloki Resa y su hijo
Egoitz muy cerca de Venecia “en paradero desconocido”.
“Ternera”,
militante de Eta desde joven e incorporado al Frente Militar en 1971
tras su primera huída a Francia, es autor de varios asesinatos y
atentados como el de la plaza de la República Argentina de Madrid
con doce guardias civiles fallecidos y el séxtuple infanticidio de
la casa-cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza con varios agentes
más, y numerosas “ekintzas”, que es como se llaman las acciones
–las malas acciones-- de los terroristas, siendo máximo dirigente
de la banda en dos ocasiones, y simultaneando este cometido con el de
diputado del parlamento vasco del que ha sido, para mayor escarnio,
miembro de la comisión de Derechos Humanos. Se opuso a las
conversaciones de Argel y las hizo fracasar en tiempo de Felipe
Gonzalez, tramó el atentado de Carrero Blanco mucho antes, y el
Departamento de Defensa de los Estados Unidos lo incorporó a la
lista de terroristas peligrosos, para congelar sus bienes y cuentas
bancarias.
Veremos que
se les ocurre a Segi, Sortu y Bildu. De momento, como no andan
sobrados de imaginación y Josu “Ternera” parece que está otra
vez en la comandancia, han vuelto a las andadas de la “kale
borroka”. Pero ya no estan ZP ni Rubalcaba para hacerse de
nuevas, y la policía ha identificado a dos de los heróicos
“gudaris” de Amurrio y los otros dos están detenidos. Eso de
trabajar sin red es lo que tiene. Mal momento aunque la banda no
hable, pues quien más quien menos, tiene en estima la vida. Pero
los reveses continuos, las detenciones, las delaciones y el
descontento en los “makos” donde los reclusos se han cansado de
cumplir penas mientras los suyos se ponen a salvo, han provocado
notables escisiones y sorprendentes “cambios de sensibilidad”.
Pero
siempre quedará el ala más radical, irreductible e intransigente
que escudándose en la pureza de los idales abogará por la línea
dura, que es la coartada perfeca para que los líderes sucumban a la
seducción revolucionaria asegurando que la iniciativa es obra de
sectores marginales incontrolados de los arrabales “abertzales”
ultramontanos. Pero han gastado ya todas las bazas y no podemos
quedarnos boquiabiertos. Desde el veterano al aprendiz; desde el
huído al que se nutre de las publicaciones de Martín Garitano desde
Bildu a los piadosos catecúmenos de “Zutabe”, todos son
etarras y por supuesto asesinos en potencia si no lo son ya en
acto. Unos y otros son del mismo
modo responsables. Son el mismo guiso.
Darío Vidal
23/03/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario