jueves, 13 de junio de 2013

EL OFICIO DEL FUTURO


A esta loca Expaña no hay quien la redima: Ni hay quien pueda “rescatarla” por muchos flotadores que le ponga. No me explico tampoco que, cuando hace unos años, vaticinaban algunos un solemne batacazo, en otros ámbitos afirmasen que éramos el asombro de Damasco.
Pero recuerdo cómo antes aún, se contaba aquel chiste del viajante que negaba con la cabeza, mientras oía en la radio del bar el boletin de noticias. “Oiga –le abordó uno de la Secreta--:¿puede decirme por que niega usted con la cabeza?”. “¡Coño, porque todo lo que estan diciendo es mentira!” “¿Y a usted quién le ha dicho eso?” “A mi no me lo ha dicho nadie, pero me paso la vida de un lado para otro y eso no es verdad”. “¡Pues viaje un poco menos, amigo: viaje menos y vea más el NO-DO”.
Despues del fiasco de este fin de semana del Rescate, en que el señor Rajoy, tan desembarazada y resueltamente como el más desenvuelto Rubalcaba negaba categoricamente la intervención, alguien convenía con la UE que los populares iban a recortan hasta que les quedase tela. No hay manera de sobrevivir al desaliento. Felipe Gonzalez dijo en la primera campaña electoral, que “se puede ser digno con muy poco” y cosechó un buen capazo de votos jóvenes. Luego, perdida la inocencia, ya ven en qué vino a parar aquel propósito. Pero ahora no ha habido que esperar tanto. Tan solo unas semanas después de las afirmaciones solemnes de las urnas, el acual presidente ya había negado cuanto había prometido en la campaña. Y no podia ignorarlo todo, porque, como Tierno Galván, había perdido la virginidad a fuerza de “catar” la mercancía, tal que opinaba Quevedo.
Los españoles aprendieron a acumular paniaguados y cesantes ya en la Restauración. Ahora saben metabolizarlo todo acumulando una plétora de funcionarios sin función, de manera que, en los sucesivos niveles de la Administración, se descubren sedimentos de empleados del Movimiento, de organizaciones varias y de militantes de los sucesivos partidos que han ido pasado por los gobiernos de la nación.
El resultado es estremecedor : Resulta que doblamos el número de políticos de Italia y tenemos 300.000 más que Alemania a pesar de que posée seis niveles administrativos (Estado, Länder, Región, Distrito, Mancomunidad y Municipio) y tiene el doble de población que España. En nuestra casa hay 445.568 políticos frente a 165.968 médicos, 154.000 policías y 19.854 bomberos. Estos profesionales cobran de 1.400 a 2.300 € y deben cursar el bachillerato, estudios superiores a veces, y siempre una oposición. Sin embargo un diputado no necesita ninguna cualificación y cobrará 30.000 € hasta que se muera. Y si “hace horas extraordinarias” con los amigos y le caza un juez, no devolvera un maravedí. ¡Oigan!: ¿nos Acemos de Llodio con los del chiste?

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