A esta loca Expaña no hay quien la redima: Ni hay quien pueda
“rescatarla” por muchos flotadores que le ponga. No me
explico tampoco que, cuando hace unos años, vaticinaban algunos un
solemne batacazo, en otros ámbitos afirmasen que éramos el asombro
de Damasco.
Pero
recuerdo cómo antes aún, se contaba aquel chiste del viajante que
negaba con la cabeza, mientras oía en la radio del bar el boletin de
noticias. “Oiga –le abordó uno de la Secreta--:¿puede
decirme por que niega usted con la cabeza?”. “¡Coño, porque
todo lo que estan diciendo es mentira!” “¿Y a usted quién le ha
dicho eso?” “A mi no me lo ha dicho nadie, pero me paso la vida
de un lado para otro y eso no es verdad”. “¡Pues viaje un poco
menos, amigo: viaje menos y vea más el NO-DO”.
Despues
del fiasco de este fin de semana del Rescate, en que el señor Rajoy,
tan desembarazada y resueltamente como el más desenvuelto Rubalcaba
negaba categoricamente la intervención, alguien convenía con la UE
que los populares iban a recortan hasta que les quedase tela. No hay
manera de sobrevivir al desaliento. Felipe Gonzalez dijo en la
primera campaña electoral, que “se puede ser digno con
muy poco” y cosechó un buen
capazo de votos jóvenes. Luego, perdida la inocencia, ya ven en qué
vino a parar aquel propósito. Pero ahora no ha habido que esperar
tanto. Tan solo unas semanas después de las afirmaciones solemnes de
las urnas, el acual presidente ya había negado cuanto había
prometido en la campaña. Y no podia ignorarlo todo, porque, como
Tierno Galván, había perdido la virginidad a fuerza de “catar”
la mercancía, tal que opinaba Quevedo.
Los
españoles aprendieron a acumular paniaguados y cesantes ya en la
Restauración. Ahora saben metabolizarlo todo acumulando una plétora
de funcionarios sin función, de manera que, en los sucesivos niveles
de la Administración, se descubren sedimentos de empleados del
Movimiento, de organizaciones varias y de militantes de los sucesivos
partidos que han ido pasado por los gobiernos de la nación.
El
resultado es estremecedor : Resulta que doblamos el número de
políticos de Italia y tenemos 300.000 más que Alemania a pesar de
que posée seis niveles administrativos (Estado, Länder, Región,
Distrito, Mancomunidad y Municipio) y tiene el doble de población
que España. En nuestra casa hay 445.568 políticos frente a 165.968
médicos, 154.000 policías y 19.854 bomberos. Estos profesionales
cobran de 1.400 a 2.300 € y deben cursar el bachillerato, estudios
superiores a veces, y siempre una oposición. Sin embargo un diputado
no necesita ninguna cualificación y cobrará 30.000 € hasta que se
muera. Y si “hace horas extraordinarias” con los amigos y
le caza un juez, no devolvera un maravedí. ¡Oigan!: ¿nos Acemos
de Llodio con los del chiste?
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