Eso de Las
Vegas, vendido con el prefijo-placebo de
“Euro”, es algo que enloquece a los horteras. Lo de
Euro-algo es “lo más”. Pero lo de bajarse los
pantalones, o las bragas como esta haciendo la Excelentisima dicen
que Ministra de Sanidad, para colocarse en Eurovegas, Madrid, Spain,
sin que el tufo de Sheldon G. Adelson baste para disuadirla,
demuestra que no es una bobita sino otras cosas, y que cuando se
trata de doblones y de fiestas de cumpleaños está dispuesta a
abandonar el recato, la modestia y el mutismo, porque como pensaba
Enrique IV de Francia “Paris bien vale una misa”. Cuando
se trata de cosas serias no hay que andarse con pamplinas
Pero
como en el fondo es una caprichosilla, le fascina la numismática
aunque no se trate mas que de maravedíes y reales de vellón, aún a
riesgo de quedarse sin ropa interior. Lo mas ruin e indecoroso no
obstante es que haya abjurado de sus principios y permita no ya solo
jugar, sino fumar sin que le importe el cáncer de pulmón con que
nos amenazaba ni el dinero oscuro sin control hacendístico, ni la
evasión fiscal, ni otras prácticas ilegales y aún delictivas, pues
para la administradora de la Sanidad pública “sería
una perfecta insensatez rechazar proyectos como el de Eurovegas sin
ni siquiera mirarlos”.
Así de contundente.
Como
se precipitó al promover su cruzada antitabaco ahora ha estado
presente en las negociaciones de Las Vegas. Poco sólidos parecen sus
principios o muy desordenada su avaricia. Según se deduce de su
activismo escandaloso y torpe, ha sido ganada por el lobby de Sheldon
Adelson, “border-line”
de la legalidad y la Justicia, que está presionando a Rajoy para que
alumbre un “nuevo
marco legal”
al margen de la Constitución, con objeto de crear un estado propio
al margen del Estado. Y eso es un insulto no ya a la Ley sino también
a la nación, echandose de ver el respeto que le merecen los
políticos al tiburón de Nevada y lo concorde que está con
empresarios como José Sanchez-Fayos, Josep Valls, Juan Lacarra y
Eduardo Antoja, representantes de las salas de juegos de azar como
ANESAR y COFAR, que entre el 10 y el 18 de julio se vieron con Mato.
Está
visto que sin una sociedad inspirada en valores éticos, no hay
solución aunque los políticos esten de acuerdo en sacrificarse por
las causas nobles. Ahí estuvieron Artur Mas i Gavarró (CiU),
Esperanza Aguirre y Gil de Biedma (PP), Tomás Gómez Franco (PSOE),
Alberto Ruiz Gallardón, Cristóbal Montoro Romero y ahora la
voluntariosa Ana Mato Adrover dispuesta a lo que sea por la igualdad
y los servicios sociales con el apoyo de Mariano Rajoy Brey. Que es
lo que faltaba.
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