martes, 18 de noviembre de 2014

LOS ZAPATOS DE DIOS


En esta hora de descrédito y menguada fantasía, es significativo que el cometa en que se ha posado el módulo europeo, no tenga mas que una referencia numérica en lugar de un nombre evocador y poético. A la Agencia Europea le ha sucedido como a los neoyoquinos al sacrificar una gran avenida de Colón, de América, o del Futuro, por una Quinta Avenida.
Pero esa omisión es “peccata minuta” si se consideran “la cantidad de cosas que podían haber salido mal” como exclamó Martin Kessler, jefe de Ciencia de la Agancia Europea del Espacio desde su despacho madrileño de Villanueva de la Cañada, cuando la sonda “Philae” alcanzó el cometa “67P/Churyumov-Gerasimenko”, siete horas despues de desprenderse de la nave “Rosetta” en la última misión de la Agancia Europea de Espacio (ESA) para posarse en la zona de “Agilkia”, un punto del pequeño islote de tierra, firme pero vacilante, de algo más de cuatro kilometros cuadrados de superficie, a 510 millones de kilómetros de la Tierra.
Imagino que si volando con un biplano Bükker se ven tan pequeñas las cosas de aquí abajo, cómo deben verse, desde la sibilante estela del cometa “67P”, la figura de Pujol/Pantocrator, las cautelas de Rajoy, las argucias de Mas, las apetencias del obeso Ogro Bizco, la tentación de separarse y no hacerlo de Pedro Sánchez y Susana Díaz, y la estrategia de los enanos y corifeos puestos de puntillas para salir en la foto.
El caso es que nos sobra tanto trecho de globalización como espacio nos falta de universalidad. El desconcierto de la calle ante la ausencia de pensadores, demanda un asidero cuando menos, para orientarnos en el urgente comercio de la res-pública. Y ahí afloran los experimentadores, los visionarios, los ocurrentes, los ideólogos, los oportunistas, los santos y los demagogos, sin que el común de las gentes acierte a discernir entre lo desechable y lo valioso. Eso explica el sobresalto y la aprensión suscitados por los dos Pablos --Echenique e Iglesias-- evocadores del “Lénin español” aún antes de que atiendan sus razones y a pesar del lema de “Podemos” que convoca a la esperanza.
Pero el mundo se calienta, las diatoméas pierden oxígeno, el ébola progresa, aparece una diarrea porcina que amenaza con la hambruna, peces abisales de las zonas cálidas del Pacífico y el Índico --algunos altamente tóxicos y desconocidos para nosotros--, se esparcen por el Atlántico. En la Cumbre del Clima afirman ahora que “tomarán medidas” mientras en la Polinesia ya sube el nivel del mar. “Secaránse los hombres de temor y sobresalto”, advierte el Apocalipsis al referirse a estos tiempos. Las astrofísicos hacen por huir del Planeta, aunque sea como polizones de un cometa. Y nosotros, como los aterrados apestados del primer milenio, rezamos para poder asirnos a los zapatos de Dios.

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